Nancy, su mamá, le enseñó los primeros pasos sin imaginar que aprendería a bailar antes que a leer o escribir. Tenía cuatro años y ya sorprendía en el teatro El Globo, en una exhibición de fin de año. “Tengo la fuerte sensación que siempre supe bailar”, cuenta en su página oficial, en la que la extensa trayectoria de este artista sorprende y emociona como su tremenda sencillez para prestar su nombre, su cuerpo y su alma para causas solidarias. Julio Bocca tiene 40 años y una lista de premios ínfima si se la compara con los aplausos que cosechó bailando por todo el mundo.

Aquí nos regala sus palabras, su visión sobre el SIDA. Lo hace a punto de ponerle fin a su carrera profesional (el Bocca Ultimo Tour se cerrará el 21 de diciembre, con un espectáculo gratuito y al aire libre en la Ciudad de Buenos Aires) para dedicarse de lleno a la enseñanza, a la dirección y a “vivir, que no es poco”. Vivir, de eso se trata. Y de cuidar la vida.

Julio
“Creo que una de las primeras veces que oí hablar sobre el HIV/SIDA fue en los comienzos de mi carrera en el American Ballet. En esos momentos todo era muy confuso y había mucho miedo, realmente no se sabía bien qué hacer. Hoy, por suerte está todo más claro. Siempre trato de recabar toda la información posible por todos los medios –debo reconocer que a veces la comunicación a nivel gubernamental es patética-, de hablarlo en pareja, con amigos y con las personas que me contacto ocasionalmente.

Esa, justamente, es una de las maneras de cuidarme: hablando del tema. Además, es fundamental el uso de preservativos. Pero la realidad es que hay mucho descuido, mucha gente no toma conciencia de lo que significa estar informado y cuidarse. A otra, extrañamente pareciera no importarle.

Por eso, les digo a todos que la vida es muy bella y hay que cuidarla en todos los aspectos. Y uno muy importante es el cuidado de la salud. La de uno, y la de los demás. No hay que olvidarse nunca de que cualquiera de nosotros está expuesto a contraer el virus del HIV.
Y considero también que se puede vivir con él. Con un tratamiento adecuado, se puede hacer una vida normal como cualquier persona”.

 

Nota publicada en el blog de la Fundación Huésped, Espacio Positivo, del diario Clarín, el 22 de mayo de 2007.